lunes, 13 de diciembre de 2010


empinar los vasos es sencillo

cuando el vidrio que es tu cárcel

más liviano, más amargo

no deja salir tu tinta


corre el miedo debajo de los poros

duelen los nudillos y veo desangrada

mi carne en grafías

deshabitadas, sucias, imperfectas.

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